martes, 16 de junio de 2009

Autor y traductor


Fue probablemente Novalis el primero que dijo, en una carta a Schlegel, que, «en definitiva, toda literatura es traducción». Otros lo han repetido luego, con mayor o menor convicción o fortuna2, pero, aunque la idea pueda ser iluminadora para una teoría general de la literatura, resulta bastante inútil cuando se trata de meditar seriamente sobre la traducción. Si toda literatura es traducción, ¿qué es la traducción en sentido estricto? Y si todo autor es, en definitiva, un traductor, ¿qué es un verdadero traductor?

Así comenzaba su reflexión Miguel Sáenz, quien en 1993 publicó en EIZIE, la revista de la Asociación de Traductores, Correctores e Intérpretes de Lengua Vasca, el siguiente artículo, donde se discute sobre las relaciones entre autores y traductores.
El vínculo puede seguirse tipiando en el Google, copiando: http://www.eizie.org/es/Argitalpenak/Senez/19930701/Saenz

2 comentarios:

  1. ¿Este Miguel Sáenz es el traductor de Bernhard? Intuyo que sí, y en ese caso, me tomo la libertad y el atrevimiento de comparar su extraordiario trabajo con el de los responsables del doblaje original de los Simpsons. Quiero decir, que cuando cambiaron las voces que doblaban los personajes al español, muchos dejaron de ver la serie, desencantados. Dicho de otro modo, ese hallazgo que es la personalísima voz de Bernhard en español es tanto una creación de Sáenz como lo es del propio Bernhard. Y no es casualidad, entonces, que un autor con una voz tan característica tenga a un traductor, por así decir, "estable". Bernhard, para mí, es el de Sáenz, en un sentido mucho más fuerte en el que, por ejemplo, las sonatas de Beethoven son las de Arrau. Si toda literatura es traducción, la inversa también se cumple, y entonces toda traducción es también literatura. Al menos en algunos afortunados casos...

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  2. Efectivamente, se trata del traductor de Berhnard, además de muchos otros autores de lengua alemana e inglesa.
    Recuerdo una mesa redonda en el simposio de traducción de Rosario, en 2007, donde, precisamente, estuvimos Miguel Sáenz, Elvio Gandolfo y yo. Cuando le tocó hablar a Elvio, contó que hasta hacía un tiempo pensaba en lo mucho que había influido Bernhard en su propia escritura, hasta que se dio cuenta de que el mérito correspondía a la prosa con la que Sáenz lo había traducido.
    Respecto de los Simpsons, hay muchísimos blogs en Internet que abonan tu misma tesis, Gustavo, y que, de hecho, se dedican a señalar los errores de traducción de los distintos episodios.
    Por último, ya que te interesa, te recomiendo la lectura del otro artículo de Sáenz que publicamos en este blog, donde equipara la traducción a la música.
    Cordiales saludos.

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