domingo, 21 de agosto de 2011

¿Qué países confeccionan los catálogos de lo que se lee en Sudamérica?

Publicado en el Enclave Cultural Nº 1, Boletín Informativo del SICSUR (Sistema de Información Cultural del Mercosur), el siguiente artículo, acompañado de su correspondiente gráfico, ofrece estadísticas reales sobre la situación del mercado del libro en Sudamérica.

13.000 editores de la región
se encuentran localizados en Argentina, Brasil y Colombia

En América del Sur existen tres grandes productores en el sector editorial que constituyen el núcleo de la oferta de libros de la región. Según datos de 2009 de las agencias nacionales de ISBN, más del 70% de los 13.000 editores de la región se encuentran localizados en Argentina, Brasil y Colombia. Al mismo tiempo, y siguiendo datos del SICSUR, Brasil domina el mercado de habla portuguesa al tiempo que Argentina y Colombia se imponen en las regiones de habla hispana. Por su parte, España juega un rol importante para completar la curva de oferta que satisface las necesidades locales de libros, al cubrir el 30% de las importaciones de la región. Gracias a la estructura del mercado regional, caracterizada por rutas de distribución con beneficios arancelarios, Argentina, Colombia y Chile son utilizados por las editoriales españolas como bases de reexportación de libros en América del Sur. Vemos así que estos tres países registran en los últimos años importaciones de libros de origen español que superan el 30%, destacándose Argentina en particular donde el guarismo alcanza el 50%. Al mismo tiempo, países como Perú y Uruguay registran una baja incidencia de importaciones oriundas de la península Ibérica pero, sin embargo, un alto porcentaje de importaciones procedentes de Colombia y Argentina respectivamente. Por ejemplo, Uruguay recibe de Argentina un 50% de sus importaciones editoriales.

Con cada persona que aprende a leer en América del Sur la demanda en el mercado editorial se expande. En efecto, corresponde preguntarnos cuáles son los agentes que surgen para responder a esa demanda; si colaboran con el progreso de la libertad y de la expresión, si permiten el crecimiento de las industrias propias, si fortalecen el proceso educativo llevado adelante desde los estados de América del Sur que justamente les permite contar con esta gran demanda. En resumen, ¿a qué llamamos industria editorial en nuestros países? Los lectores son el eslabón final de una larga cadena que va desde los autores, pasando por los editores, revisores, ilustradores, impresores y distribuidores mayoristas y minoristas, que a su vez son atravesados transversalmente por fabricantes de papel, bienes de capital, instituciones bancarias o inversionistas. El panorama se complejiza aún más cuando tomamos en cuenta los avances tecnológicos forzaron al sector editorial a cambiar de forma para adaptarse al formato digital. El panorama editorial en la región queda entonces delineado por grandes centros productores, localizados en nodos donde se crean y distribuyen los productos de la industria editorial, que al mismo tiempo sirven como centros de recepción de los productos de las editoriales extranjeras. De ese modo los catálogos confeccionados para satisfacer las demandas de los lectores de toda América del Sur son delineados en esos grandes centros, bajo la tutela de la industria editorial española, que ha demostrado tener grandes intereses en el mercado de América del Sur.

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