jueves, 16 de octubre de 2014

DRAE: una nueva edición de un mal diccionario

Contribución de Diego Capusotto
a una futura edición del DRAE

Hoy se presenta en Madrid una nueva edición del desprestigiaido Diccionario de la lengua española, elaborado por la Real Academia. 

Como era de esperarse, está lleno de concesiones a los problemas de pronunciación de muchos hablantes peninsulares reflejados luego en la escritura, como, por ejemplo,“baipás”, “bluyín”, “dron”, “espray”, “esmog”, “orsay”, “óscar”, “pósit”  (por los papelitos autoadhesivos), “jipismo”, etc.. No sólo eso, sino que también es abiertamente racista en otras y políticamente incorrecto, como cuando desvaría con palabras como "gitanada" (definida como “engaño”), "judiada" (“acción mala”), "femenino" (“débil, endeble”), "trabajar como un negro" (ofensivamente equivalente a “trabajar mucho”), etc, Como broche de oro, a diferencia de otros diccionarios, es tautológico donde debe ser preciso (cfr. la definición de la palabra "imagen").  

Entonces, a modo de sentido homenaje, si no de alegre responso (que se define como “rezos que se dicen por los difuntos”), la siguiente nota, firmada por Alfredo Dillon y publicada en la revista Ñ del 14 de octubre pasado, donde José Luis Moure, presidente de la Academia Argentina de Letras, se refiere al mamotreto.

La fuerte influencia de España en el idioma está en retroceso

Cada vez que se actualiza el Diccionario de la lengua española , resurge el debate sobre el rol –para muchos, “imperialista”– de la Real Academia Española, históricamente más poderosa que las academias americanas, aunque en España hay 45 millones de hispanohablantes y en América alrededor de 400.

Las academias americanas participaron de la elaboración del nuevo diccionario, pero el lugar elegido para su presentación fue Madrid, y la decisión final de incorporar o no cada palabra quedó en manos de la Real Academia, tras un proceso de consultas y sugerencias de los lexicógrafos americanos.

Lo cierto es que la mayoría de los términos americanos recién aceptados ya formaban parte del Diccionario de americanismos editado en 2010, que recogía los vocablos utilizados por los hablantes desde la Patagonia hasta México.

José Luis Moure, presidente de la Academia Argentina de Letras, dijo a Clarín que esta nueva edición “tiene una mayor presencia del español americano”. Pero admite que la Real Academia solo ha incorporado la mitad de los argentinismos recogidos en el Diccionario del habla de los argentinos , elaborado en nuestro país y cuya última edición recoge más de 4.000 palabras.

De todos modos, reconoce Moure, “hay una política de dar más participación a las academias americanas, con el objetivo de obtener una obra que sea más representativa de toda la lengua española. En la nueva edición no solo se ha incrementado el número de vocablos provenientes de América, sino que también se han eliminado muchos localismos peninsulares y voces caídas en desuso”.

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