viernes, 21 de abril de 2017

Otra prueba de la incoherencia de la AATI

Traductores titulados en camino a una mesa redonda de la AATI

Como suele ocurrir desde hace algunos años, la AATI nuevamente organiza con el marco de las jornadas profesionales en la Feria del Libro de Buenos Aires una serie de mesas que tienen por objeto la discusión de temas ligados a la traducción literaria. Es, entre otras cosas, su manera de presentarse socialmente, aunque menos del 25% de los traductores asociados a la institución sean literarios. Pero la literatura siempre es más sexy que la traducción científico técnica o que la interpretación; sobre todo en la Feria del Libro.

Considerando que entre sus socios tiene algunos que son de primera categoría y otros que son de segunda, básicamente por no tener un título que los habilite como traductores, queremos alertar a aquellos que efectivamente sí tienen algún tipo de diploma que acredite sus estudios que en las mesas van a participar como expositores traductores no titulados y, por lo tanto, sospechosos de mala praxis, enfermedades contagiosas y mal aliento. 

Dicho de otro modo, la asistencia de los traductores titulados a esas reuniones va por cuenta y riesgo de cada cual, ya que la falta de titulación puede ser contagiosa. 

De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha comprobado que muchos leprosarios están llenos de traductores no titulados, lo cual constituye una prueba flagrante para sostener esta advertencia. 

La AATI, a este respecto, vuelve a ser incoherente respecto de sus propios estatutos. Que cada quien lleve el carnet de su prepaga y tenga el número del SAME a mano. Quedan todos avisados. 


Jorge Fondebrider

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